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Recientemente, después de que mi hijo adolescente estuvo envuelto en un accidente automovilístico en el que destrozó el auto que le había comprado hace casi tres años en su último año de secundaria para que usara en la universidad, aprendí que comprar un auto durante una pandemia es una verdadera oportunidad para hacer un buen negocio.

Para empezar, no muchas personas están conduciendo, por lo que comprar un auto nuevo es lo último en lo que piensan los consumidores en este momento. Esto, sumado a la alta tasa de desempleo y a la incertidumbre económica en todo el país, ha causado que la mayoría de las concesionarias se transformen en ciudades fantasma.

Actualmente, hay muchísima competencia entre los vendedores de autos para encontrar compradores calificados a quienes venderles autos con ofertas a las que simplemente no se pueden resistir. Por ejemplo, actualmente, hay 133 ofertas de varias marcas de autos para adquirir un vehículo nuevo con 0 % de interés y un préstamo de hasta cinco años. Además, las concesionarias están ofreciendo reembolsos a los compradores calificados junto con una postergación de pago de hasta tres meses, así como otros incentivos para militares, o dinero en efectivo por fidelidad o por tener un vehículo fabricado por el mismo fabricante del auto nuevo que se desea adquirir. En el caso de los fabricantes que ofrecen intereses que apenas superan el 0 %, como Honda, por ejemplo, que está ofreciendo el 0,9 %, es probable que las concesionarias, si se les solicita, entreguen al comprador la diferencia entre 0 y 0,9 en efectivo y la descuenten del precio de compra negociado. Si un consumidor está dispuesto a aceptar un modelo restante de 2019, la oferta potencial es aún mejor, ya que algunas concesionarias ofrecen hasta $7000,00 de descuento del precio de venta sugerido por el fabricante, a lo que se le suman beneficios adicionales y descuentos como se mencionó anteriormente. Con un interés del 0 % (o casi), precios increíblemente bajos y otros incentivos, incluso el seguro de protección de activos garantizada (GAP) se vuelve una necesidad cuestionable si se adquiere un vehículo que no se considera de alto rendimiento o de lujo, que se devalúa más rápido que un auto promedio.

La conclusión es que lo que puede ahorrar en este momento en el mundo de los consumidores de autos no tiene precedentes. Si tiene la suerte de poder comprar un vehículo nuevo, le recomiendo que lo haga, y se dará cuenta de que su poder de negociación como consumidor es más efectivo que nunca.

La mayoría de las concesionarias requieren que haga una cita previa antes de ir, pero cuando esté allí, dejarlo ir sin el mejor trato posible no es una opción para ellos.

Puede obtener más información sobre los asuntos que afectan a las empresas y a los individuos en nuestro Centro de Recursos sobre la COVID-19.

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